Juan Maya Marote Flamenco

Bernanda y Fernarda de Utrera

Habanico Rasquedo Marote flamenco

Heliotricity Flamenco

Daniel Shams Heliotricity

Rasqueados de Marote flamenco

Marote con Fernanda de Utrera

El Pulgar de Juan Maya Marote

Marote Habanico Rajeo

Fernanda y Bernarda con Marote Flamenco de Utrera

Camarón Marote y Turronero

Marote Flamenco Gitano poster

Fernanda de Utrera Juan Maya Marote

Bernarda y Fernanda de Utrera

Bernarda de Utrera y Marote

Chaqueton con Marote y Luís Habichuela por Romance

Chaqueton con Marote y Luís Habichuela por Corrido Natural

Chaqueton con Marote Flamenco

Juan Maya Marote guitarra flamenca

Maya Marote Flamaneco Rasqueados

Marote Habanico Rasqueado

Fernanda de Utrera Flamenco

Fernanda de Utrera cante gitano

Juan Maya Marote gypsy guitar

Fernanda y Bernarda de Utrera

Juan Maya Marote Flamenco gypsy guitar

ENTREVISTA CON JUAN MAYA ‘MAROTE’
Agosto, 2001. Sacromonte, Granada.
Estela Zatania
Juan Santiago Maya “Marote”, (Granada, 1936) marcó una época. Para muchos entendidos su nombre figura en la corta lista de los tocaores más importantes de todos los tiempos.

El toque de Marote era y sigue siendo personal, una sabia mezcla de moderno y antiguo, dulce en sus originales y bellísimas granaínas, agresivo en los toques rítmicos, cualidades que le han conducido a acompañar figuras tan diversas y conocidas como Carmen Amaya, Antonio Gades, Manuela Vargas, María Rosa o Luisillo en el baile, y en el cante, Fernanda y Bernarda de Utrera, Chocolate, Fosforito, Pansequito, Turronero, Rafael Farina, Bambino, Paquera de Jerez …

La puesta en escena no pudo ser más dramática, subí el tortuoso camino de Sacromonte y el bullicio de la ciudad de Granada al atardecer iba quedando atrás para dejar paso a la Alhambra, que me observaba desde la derecha bañada en los últimos rayos de sol. Algunos turistas, plano en mano, vagabundeando por los laterales. Esto no es Disneylandia señores…

Durante la mayor parte del siglo XX, en cuanto al flamenco, Granada ha sido la hermanastra de Sevilla, Jerez, Cádiz y todo lo que abarca el famoso triángulo dorado que según los flamencólogos demarca la cuna del cante. No obstante, en las primeras décadas del siglo, era un lugar emblemático del flamenco. Bailarinas como la Argentinita visitaban las cuevas de Sacromonte durante una temporada, como las jóvenes extranjeras que hoy en día llenan las academias de baile de Madrid, para regresar a París unos meses después anunciando sus nuevos bailes “directamente de las cuevas de Sacromonte”.

Para acceder a la terraza de las cuevas de la familia de Juan Maya ‘Marote’ hay que escalar una larga y empinada escalera exterior. En el primer escalón miro hacia arriba y allí está el señor Marote sentado cual rey. En seguida se levanta y viene casi brincando para recibirme. Su aspecto es espléndido, está en buena forma y su sonrisa generosa brilla igual que hace treinta y cinco años cuando era el ídolo de los jóvenes tocaores.

Nos acomodamos en un tranquilo rincón de una terraza con vistas privilegiadas de la Alhambra. La Salvaora, prima hermana de Juan, que regenta las cuevas y canta el tradicional ‘baile de la novia’ en el cuadro, se encarga del buen funcionamiento de la casa. Me explica que diariamente atiende a veinte a treinta familiares: “tienen sus casas abajo en la ciudad, pero les gusta venir aquí a comer, a tomar el fresco…” Entre el ruido de los críos correteando, bocadillo en mano, las mujeres riéndose en la cocina, ancianos charlando, hay un joven que no aparta el telefonito móvil de la oreja mientras va organizando y apuntando los varios grupos de turistas que hay que recoger de diversos paraderos para presenciar las actuaciones que cada noche del año se ofrecen en las cuevas.

(EZ) Juan, cuando yo le he preguntado a Manuel Morao que diera su opinión acerca del toque actual, dijo que le parecía que los tocaores de hoy están hablando en chino, que a lo mejor ellos se entienden entre ellos, pero que a él no le suena a nada.

(Marote) ¿Eso ha dicho el Morao? [se ríe] Artísticamente, lo que es la guitarra, se toca mejor… pero lo que es acompañar y tocar flamenco puro se está perdiendo. Yo digo más o menos lo que dice Morao, hay muy buenos guitarristas que tocan muy bien, pero lo que es tocar bien para cantar y para bailar, y salir a un escenario, y cuidando los toques, que si se toca por soleá, se toca por soleá, si se toca por siguiriya, se entiende que está tocando por siguiriya.. .hoy no se entiende lo que están tocando, esa es la verdad. El otro día vi a un tocaor muy bueno tocar con tres cuerdas transportadas y la gente decía “¿qué es eso? ¿qué toca?” Yo decía que seguiriya, otros decían que soleá…¿qué estaría tocando el tío? ¿porqué tienen que hacer eso? Las mezclas de hoy son una cosa muy preocupante.

Antes podía escuchar un guitarrista y decía ¡fulano! y acertaba, porque teníamos todos, dentro de los toques flamencos, cada uno algo distinto, una forma de tocar, pero hoy en día tocan todos los niños igual y destrozan el cante con esos acordes. Antes se escuchaban falsetas flamencas y gitanas que te inspiraban, además musicalmente. Ahora ya no se tocan falsetas…se tocan “temas”… ¿pero qué temas? ¡ aprende primero a acompañar y a tocar a compás! O sea, guitarrísticamente ha evolucionado la guitarra, pero flamencamente, no… pa’ mí no…
¿Qué antecedentes artísticos hay en tu familia?

Mi madre bailaba muy graciosa, casi hasta morirse siguió bailando.. en las cuevas. Mi padre cantaba y era un gran cantaor, pero no se buscaba la vida con el cante… se llamaba Marote… y mi madre, Pepa la Marota.

(EZ) ¿De dónde sale este toque tuyo y de Habichuela, que es de un nivel muy elevado comparado con lo que había habido antes?

(M) De aquí de nosotros. Al menos yo no he aprendido de nadie… ninguno puede decir que ‘Marote ha aprendido de mí’. Yo me he criado en la zambra……

(EZ) El Granaíno….

(M) Era otro toque…

(EZ) Y ese rasgueado tuyo tan famoso ¿de dónde viene? Algunos dicen que viste a unos mexicanos…

(M) [Se ríe]. Ese es mío… ni de México ni de Australia ni de nada… por circunstancias de mi mano…

(EZ) ¿Cómo lo inventaste?

(M) Es que me falta un cacho de dedo [extiende las manos para que las examine, y efectivamente, le falta la primera articulación en ambos meñiques].

(EZ) Entonces explícame…

(M) Tengo los dedos así de nacimiento, ¡y mi niño igual! Entonces vi como todo el mundo rasgueaba con cuatro dedos, y les salía redondo, pero como yo no podía, pues inventé aquello… para superarlo ¿sabes? Y me alegro de haber tenido esa dificultad porque al menos he dejado una cosa mía… Y todo el mundo entero toca ese rasgueado…y además tiene nombre, “el rasgueao de Marote”.

(EZ) Juan, cuando comentaba recientemente en un foro de Internet que había quedado contigo para una entrevista, de la noche a la mañana me encontraba inundada de mensajes de todo el mundo, desde Japón a USA hasta Alemania. Los flamencos se acuerdan mucho de ti, y lo que quieren saber todos es ¿porqué pareces retirado?

(M) Yo no he parado. He viajado mucho, tú lo sabes, he recorrido el mundo dos veces, y he vivido cuarenta años en Madrid… ahora estoy a gusto… me he acostumbrado a estar aquí. Si me sale una cosa buena buena, vale, pero para estar como antes, pa’ arriba y pa’ abajo, eso no…
Cuando se habla de Granada y del toque, todo el mundo piensa en Habichuela, pero los jóvenes de hoy prácticamente no saben quién es Marote…
Es que el Habichuela sigue, porque como los niños son los de Ketama…

(EZ) Entonces tú no te consideras retirado…

(M) Yo no…lo que pasa es que estoy más cómodo que antes… estaban mis padres muy viejos, y yo tenía una casa aquí…

(EZ) Te han hecho un homenaje ¿no?

(M) Sí, en el ’99… tuve un poco de mala suerte porque no me di cuenta que en la misma fecha caía la feria de Sevilla, y la gente no se enteraba muy bien del homenaje, pero estuvo bien… José Mercé, Ketama, Rancapino, Pansequito, Niña Pastori, Aurora Vargas, La Macanita, Vicente Soto, Mario Maya… muchos, no me acuerdo…

(EZ) ¿En Granada hay fiestas como en Sevilla, Jerez…?

(M) Antiguamente había más… se buscaban la vida los artistas en las ventas y todo eso…

(EZ) Pero cuando hay una boda o un bautizo ¿hay fiesta con cante y baile?

(M) ¡Hombre claro!… eso no se pierde… Pero en Sevilla y en Jerez se canta más por bulería… aquí lo que más gustan son los tangos, pero de aquí de Granada. Todo el mundo está con los tangos de Badajoz, pero los de Granada nadie los conoce, que son muy bonitos y casi no están grabados.

(EZ) ¿Porqué crees que Granada tiene menos relevancia que Sevilla o Jerez dentro del flamenco?

(M) Yo creo que esto…es porque hoy en día lo manejan todo… y los flamencos de aquí se apañan con cualquier cosa, no sé, porque verdaderamente hay aquí gente muy buena, pero cuando montan un espectáculo traen a gente de fuera, para los festivales y eso, y es una pena.

(EZ) Tengo discos antiguos de María la Canastera y de Manolo Amaya en que una y otra vez se escucha gritar “¡ole Marote!” Serías jovencísimo entonces…

(M) Entonces tenía unos quince años… eso era antes de ir a Madrid. Tuvimos que irnos todos a Madrid para hacer la grabación. Trabajé en casi todas las cuevas, pero empecé como bailaor… Me acuerdo que una mañana se fueron todos al mercado a comprar, vino un grupo de turistas y había que darles la zambra, pero no había guitarrista. Yo sabía que tenían la guitarra allí en el cuarto, entonces cogí la guitarra y toqué para la zambra. Luego cuando vino el dueño, “¿cómo habéis podido dar la danza?” y le decían “el niño… que ha tocado el niño” y dijo el dueño “¡pues que se quede de guitarrista!”.

(EZ) ¿Eran buenos tiempos aquellos?

(M) Bueno, había necesidad, pero yo creo que antes se vivía mejor. Yo vivía en la cueva. Claro, ahora tengo mi casa, mi Mercedes… pero sigo viniendo aquí. Hoy en día es demasiado, tanto lío…

(EZ) ¿Qué recuerdos tienes de Carmen Amaya?

(M) ¡muy buenos! yo he trabajado con ella y me decía que su abuela era de Granada… esa ha sido para mí… desde entonces se me ha quitado el gusto, que yo no he visto en mi vida, ni veré jamás, bailar mejor que esa gitana. Me acuerdo una vez que le estaba acompañando en un teatro en Venezuela y salió un bailarín, el mejor bailarín de Venezuela de entonces, que se ponía maracas en los pies y era muy famoso. Sacó a Carmen Amaya a bailar con él y se tuvo que sentar el hombre porque Carmen era demasiado… Luego en otra ocasión, en México, terminamos de trabajar y no teníamos trabajo hasta los cuatro días y Carmen nos llevaba a toda la compañía por allí, y venga, alquilaba un salón o lo que fuera, y venga comer, y venga beber… esa mujer no tenía na’ de ella… era muy buena persona… yo lloro cuando hablo de ella…

(EZ) ¿Coincidiste en su compañía con Sabicas?

(M) No, yo llegué justo después. Me decía Sabicas con esa forma de hablar que tenía: “hijo…allí vas bien”… era muy amigo mío. Un día Sabicas me abrazaba y dijo “me quiero ir pa’ España… aquí no hay más que rascacielos… pero yo no puedo ir pa’ allá”. Y yo le dije “¿pero no puedes ir a estas alturas?”. Él tenía miedo… luego vino después y ahora tiene su nombre en España. Para mí ha sido un monstruo, y yo lo he escuchado bien…

(EZ) El disco que grabaste con Fernanda y Bernarda es donde, en la opinión de algunos, mejor han cantado las hermanas…

(M) Tengo tres con ellas, tres ‘lomplei’… el de la soleá quieres decir…[se ríe]… ese disco pasó a la historia, gusta a mucha gente, ¡y yo no lo entiendo! Lo pongo en el coche y todo para averiguar lo que tiene, y la verdad que no me di cuenta, pero suena muy bien. Yo conocía a esa gitana muy bien y me llevaba en bandeja…

(EZ) ¿Porqué ese cambio tan brusco de Diego del Gastor a Marote?

(M) Sois dos polos opuestos. Ellas necesitan más remate, más fuerza… Vinieron a Madrid las dos y me escucharon en Torres Bermejas… me decían a mí “¿quieres grabar con nosotras?” Y así fue, y todo bien, sin ensayo ni na’… grabamos todo en un día, en unas tres horas. Conmigo cantaron muy a gusto, porque se quejaba la Fernanda, “ay, no puedo en ese tono”. Ella no entendía de eso y le dije “si cantas en el otro tono vas a forzar la voz y lo vas a pasar mal” y ella no lo creía pero le dije “tranquila”. Después dijeron las dos “¡ay qué alegría!” Luego me llamaron al año siguiente para grabar otra vez, y me vinieron a buscar a Madrid…

Al Paco del Gastor le metimos el Habichuela y yo en Torres Bermejas en Madrid. Paco venía tocando muy bien por bulerías pero no sabía rasguear, y el niño empezó y empezó, y hoy en día es una figurilla de la guitarra.

(EZ) Antonio Gades

(M) Gades es una bellísima persona… muy estudioso… ha llegado hasta donde ha llegado porque lo ha merecido. Me acuerdo una vez estando en Madrid, a las tres de la mañana, con mi hermano Manolete, con el Güito, mi primo Mario, y pasaba Antonio Gades con el coche que tenía, que era un seiscientos, y dice Antonio “¡mira de donde vengo! Sacaba la camisa de la ventanilla y la estrujaba y salía agua… de estudiar… ¡a las tres de la mañana! Y ha llegado a ser el bailaor más largo de España. Da pena como están bailando hoy en día… ¿eso es baile flamenco?
Tu hija Mari Carmen es bailaora

Sí, baila aquí en las cuevas, luego la verás… Y mi hijo es guitarrista, Pepe Maya, se ha ido hace poco a Japón con un cuadro de ocho personas que lleva él, para seis meses. Sabe su oficio y toca muy bien para bailar y para cantar. Es que para quedarse aquí en un tablao, no vale la pena… antes había arte en los tablaos… había figuras, pero ya no…

(EZ) Tus recuerdos de Bambino…

(M) Muy buenos también.. .un pedazo de artista, cantaba a su manera y era un fenómeno. Salía por bulería, por rumba y esas cosas, esas contestaciones, le ha copiado todo el mundo… ¡eso era de él! Y el Morao, ese es otro… fue un fenómeno en su momento, tocaba a la Paquera como él solo… le tocamos Manolo Sanlúcar y yo también, pero mucho mejor con el Morao, que lo llevaba de otra forma… y cómo le tocaba al Terremoto… ¡ese sí es un guitarrista flamenco! Y el chiquillo, Moraíto… vino al homenaje y me dijo “¿qué quieres que te toque? ¡lo que tú quieras!” No es Paquito, ni el otro, ni el otro… pero sabe más que ninguno, porque se dejó de ‘temas’… al pie del cañón… ahora, guitarrísticamente cualquier niño toca la guitarra y te asusta, pero no huele a flamenco ¡no huele! Tocan a hipo… ¡jip!… ¡jip!… y esos acordes.. .¿no ven que al cantaor lo van a destrozar? Pero claro, los cantaores se están adaptando a eso… ahora le das un tono natural y dicen que es antiguo… y ya veremos qué va a pasar con el cante, porque hay que cantar de otra manera ahora. Y tocando para bailar pasa lo mismo… primero hay que estudiar los contratiempos y las paradas de cada uno. Te dicen “para aquí… ahora me haces tirilín.. .ahora me paras otra vez…” Todo ensayado, ¡y tienes que tener una memoria privilegiá!

Pues creo que hemos cubierto prácticamente todo ¿no?

(EZ) Una cosa más… El que te diga a ti que el flamenco está en la época dorada, di que ‘¡Marote ha dicho que es mentira!’ En la época dorada no había ningún parado, y ahora hay doscientos artistas buenos parados, dando clases y dando cursillos porque no pueden ganar dinero…Entonces ¿qué va a pasar con el flamenco?

(M) El flamenco va a seguir…pero malamente.

(EZ) ¿Consideras que has dejado escuela? ¿Tienes algún discípulo representativo?

(M) Bueno, dice todo el mundo que se me parece mucho tocando el Felipe Maya, y también el Chuscales.. .dice Chuscales que empezó más o menos gustándole yo. Me acuerdo cuando era pequeñito, y siempre detrás mío, tiene la fuerza mía, y el pulgar y todas esas cosas… le enseñaba alguna cosilla cada vez que venía. Y Felipe, que no es familia mía, pero es un muchacho que ha trabajado conmigo, y su fuerza y su pulgar, y tocando pa’ bailar, como sabes le gusta mucho tocar pa’ bailar, pues dice todo el mundo que se parece mucho a mí.

(EZ) ¿Te sientes presionado por los jóvenes tocaores?

No, pues te juro que no…al revés, yo pienso que hoy técnicamente se toca mejor que antes, pero lo que es el acompañamiento, se van p’atrás. Yo sigo mi camino, y te digo una cosa, si ahora mismo en lugar de tener la edad que tengo, si tuviera veinte años, seguiría el camino mío, que del flamenco puro queda muy poquito ¿sabes?

(EZ) Juan, muchísimas personas quieren volver a escucharte. ¿Cuándo vas a grabar?

(M) [Se ríe] Eso es lo que me dice todo el mundo, mi hijo que está en Madrid dice “papá, yo te lo preparo”. He estado un poquillo malillo.. .cuando esté un poco mejor a lo mejor me enrollo y me meto en el estudio… hace falta un par de meses, no es como antes que todo lo hacías “¡vamos y vamos!” Ahora se graba una falseta un día, y al otro día otra, y así tardas cuatro años en hacer un disco [se ríe]… oye, hay toros en la tele…

Juan me invita a ver la actuación en la cueva de la Rocío y se retira al salón de la cueva para ver los toros. El nivel del cuadro es bueno comparado con años atrás. La hija de Marote baila unos tangos, y el sobrino de éste, Juan Andrés Maya, que se formó en estas cuevas, observa la zambra desde la puerta. A lo largo de la noche el cante es camaronero, el baile muestra una fuerte influencia de Mario Maya y de Manolete, pero el toque es puro Marote…

Heliotricity Reviews

“¡Olé Maestro Juan!…era el mejó tocaor en el mundo, descansa en paz…”

9/18/2018